Por José Carlos Purizaca. Buenos días, tiempo de navidad y fiestas de fin de año, tiempo propicio para reflexión y mayor impulso para la acción, adecuar nuestras ideas, actividades e iniciativas.
Hace unos días vimos en la televisión peruana, como casi 300 personas muy pobres se habían trasladado del interior del país a Lima, con toda su familia para hacer un plantón, día y noche, que duró varios días a la intemperie, sin servicios higiénicos, en la puerta de una importante “agencia de viajes” que funciona en varios países, a quien le solicitaba les devuelvan su plata.
Estas personas, muchas analfabetas, quechua hablantes, que no hablaban castellano, nunca habían salido de su pueblo, que no tienen computadora y algunas ni luz eléctrica, gente muy pobre, con las expectativas que les generaron, habían entregado cada una a esta empresa $ 1,253 dólares, con la promesa que cada mes les pagarían $ 300 a mas. Cuando reclamaron la compañía les dijo que el dinero que ellos pagaron era por un par de libritos, y un disco compacto para computadora, y si querían tener dinero debían vender paquetes turísticos para Europa, el Caribe o Egipto para recuperar su dinero.
Luego de varios días de vigilia permanente en las puertas de la empresa, lograron que les reconocieran alguna cantidad, mas la empresa argumentaba que “el engaño era sólo de sus representantes pero no de la corporación”.
Es un caso, que me dejo mucho que pensar y reflexionar, sobre el comportamiento de la compañía con estos stakeholders y sus representantes, sobre la población afectada, la acción del estado al respecto, la vigilancia ciudadana global para prevenir estos temas, etc.
En realidad hay mucho por hacer en responsabilidad social, y considero que hacer filantropía no esta nada mal, pero que es mucho mejor aplicarlo al trabajo diario de la empresa, a la vigilancia en la cadena de prestación del servicio, al monitoreo ciudadano, al pensar en el prójimo como en cada quien, a ver mas allá de los linderos de mi territorio para anunciar la RS y denunciar lo incorrecto.
Saludos estimada gente, y que tengan una ¡¡¡¡¡Feliz Navidad¡¡¡¡¡
Siga leyendo >>>
Hacerme responsable del prójimo
Responsabilidad Social: ¿Un pedazo de torta es igual a toda la torta?
Por José Carlos Purizaca. En los últimos tiempos, venimos siendo testigos de un incremento en lo concerniente a la responsabilidad social, vemos varios cursos, informes técnicos, actividades, promociones e iniciativas que es bueno que se vengan dando; es bueno que la palabra “responsabilidad social” se haga presente en palabras de la clase polítia, de empresas, pero en muchos casos se refieren a actos de mera filantropía, marketing o en mejores situaciones en actividades “islas” dentro de todo lo que concierne la organización; es así que vemos “Informes de Responsabilidad Social” y cuando los revisamos, se tratan tan solo de algunas actividades piloto, que si bien son interesantes, no podrían avalar que toda la organización sea socialmente responsable.
Y dentro de esto hay ejemplos, de importantes empresas transnacionales que encontramos aquí en Perú, como en Argentina o España. La semana que pasó fuimos invitados a la presentación del “Informe de Responsabilidad Social” de una de estas mega empresas donde nos indicaban como ayudaban a criaturas pobres, llevaban progreso a varias personas en lugares alejados del país, o daban información sobre sus servicios en el idioma de su clientela, lo que es bueno, pero cerraban los ojos ante la perspectiva que tienen su clientela, el impacto de los miles de reclamos por montos no consumidos, el abuso de su publicidad invasiva en los hogares a través del teléfono, las ventas agresivas, la dificultad para resolver sus contratos, los inaccesibilidad para reclamar, la falta de idoneidad en sus servicios en algunos hogares peruanos, etcétera, que hacían parecer la existencia de una sería miopía requerida de una atención cuasi oftalmológica para curarse en sano.
Y es que entendemos que la responsabilidad social es una nueva filosofía, que se exterioriza con actividades concretas y concatenadas, coherentes a esta nueva manera de gestión, la que se debe integrar en toda la organización, desde la consejería, recepción, personas colaboradoras o gerencias, para así no quedarse en buenas personas y profesionales de algún departamento de responsabilidad social que podrían tener el convencimiento en sus bondades o necesidad, pero que sería insuficiente para impulsar suficientemente la responsabilidad social en toda la organización. Y es que si tengo un pedazo de la torta no podría venderlo como que tengo la torta completa, paso a paso, con verdad y coherencia para avanzar bien y llegar a puertos firmes y seguros.
Que tengan una buena semana de adviento, semana de alegría para todo el mundo.
Siga leyendo >>>