Por José Carlos Purizaca. En los últimos tiempos, venimos siendo testigos de un incremento en lo concerniente a la responsabilidad social, vemos varios cursos, informes técnicos, actividades, promociones e iniciativas que es bueno que se vengan dando; es bueno que la palabra “responsabilidad social” se haga presente en palabras de la clase polítia, de empresas, pero en muchos casos se refieren a actos de mera filantropía, marketing o en mejores situaciones en actividades “islas” dentro de todo lo que concierne la organización; es así que vemos “Informes de Responsabilidad Social” y cuando los revisamos, se tratan tan solo de algunas actividades piloto, que si bien son interesantes, no podrían avalar que toda la organización sea socialmente responsable.
Y dentro de esto hay ejemplos, de importantes empresas transnacionales que encontramos aquí en Perú, como en Argentina o España. La semana que pasó fuimos invitados a la presentación del “Informe de Responsabilidad Social” de una de estas mega empresas donde nos indicaban como ayudaban a criaturas pobres, llevaban progreso a varias personas en lugares alejados del país, o daban información sobre sus servicios en el idioma de su clientela, lo que es bueno, pero cerraban los ojos ante la perspectiva que tienen su clientela, el impacto de los miles de reclamos por montos no consumidos, el abuso de su publicidad invasiva en los hogares a través del teléfono, las ventas agresivas, la dificultad para resolver sus contratos, los inaccesibilidad para reclamar, la falta de idoneidad en sus servicios en algunos hogares peruanos, etcétera, que hacían parecer la existencia de una sería miopía requerida de una atención cuasi oftalmológica para curarse en sano.
Y es que entendemos que la responsabilidad social es una nueva filosofía, que se exterioriza con actividades concretas y concatenadas, coherentes a esta nueva manera de gestión, la que se debe integrar en toda la organización, desde la consejería, recepción, personas colaboradoras o gerencias, para así no quedarse en buenas personas y profesionales de algún departamento de responsabilidad social que podrían tener el convencimiento en sus bondades o necesidad, pero que sería insuficiente para impulsar suficientemente la responsabilidad social en toda la organización. Y es que si tengo un pedazo de la torta no podría venderlo como que tengo la torta completa, paso a paso, con verdad y coherencia para avanzar bien y llegar a puertos firmes y seguros.
Que tengan una buena semana de adviento, semana de alegría para todo el mundo.
Responsabilidad Social: ¿Un pedazo de torta es igual a toda la torta?
Enviat per
Jose Purizaca
.
domingo, 14 de diciembre de 2008
0 comentaris:
Publicar un comentario