Por José Carlos Purizaca. La confianza nos puede llevar a hacer posible la consecución de un éxito o logro, claro que para ello tenemos elementos adicionales que no pueden faltar, como el esfuerzo, el trabajo, las herramientas idóneas para determinada tarea, nuestras capacidades, y mucha, pero mucha dosis de voluntad y buen ánimo.
En el mercado vemos día a día como se atacan derechos y se incumplen obligaciones, desde que nos levantamos y prendemos la televisión, y quizá por allí se mal informa a la parte consumidora para que compre algún producto que en realidad no cumple con los ofrecimientos de la parte anunciadora, a veces la idea pareciese ser vender sin contemplar el derecho de quién actúe de prójimo, que va a ser parte afectada por mi acto de comercio.
Esto a la postre significará un desconcierto en las expectativas de la clientela, pues pueden haber adquirido un producto creyendo que tiene tales o cuales características, cuando en realidad no las tiene. Por ponerles un ejemplo, le comento que en el Perú se vendían unas vendas elásticas para cubrir distintas partes del cuerpo, rodilla, brazos, y que son auxiliares para el tratamiento de varices, torceduras, luxaciones o inmovilizaciones; pues resulta que la información que le decían al público usuario es que median cinco metros, así que mucho de esté público se las llevaban, dándose con la sorpresa luego, de que en realidad no median cinco metros, sino un solo metro.
Cuando iban a reclamar lo que les decían es que lo habían medido mal, que así no se medía, y lo que hacía la parte vendedora es tomar un extremo de la venda y llamar a otra persona para jalar el otro extremo y estirarla con todas las fuerza de estas personas, y le decían a la clientela “así se mide, ve como si son cinco metros”. Ésta jamás esperaría que se debe medir de la forma y con la fuerza, y en las condiciones que empleaba la parte vendedora en estos casos.
En realidad este tipo de comportamiento, pareciera gracioso y/o lamentable, pero sucedía en el Perú, por farmacias y boticas de mucho prestigio y algunas de trascendencia internacional, y las organizaciones de consumo tuvimos que intervenir para solucionar esta mala información.
Sin embargo, esto hace perder la confianza primero a quienes consumen, pues los pone en un estado de incredulidad sobre las ofertas que se presentan en el mercado; pero también a las demás empresas, pues algunas pueden estar gastando mucho dinero y esfuerzo en borrar de nuestras mentes esta mala praxis, lo que al final de cuentas va a elevar los costos de su operación, y ello va a ser traslado a la clientela en sus facturas; es decir, este engaño al consumo también perjudica al mercado.
Por ello, es que se hace necesario que entre las metas que tienen los diferentes agentes del mercado este la creación de confianza, a través de sus actos cotidianos, a través de cada venta, de cada anuncio, del trato a quienes colaboran, trabajan y compran, o incluso pagan tributos.
Ello mismo se repite en las diferentes relaciones que existen entre todos los stakeholders, sean empresas, gobierno, personas consumidoras, proveeduría, personal, etc.
Por eso, me parece que para promover la confianza en el mercado, podemos comenzar cada día simplemente con respetar el derecho de nuestro prójimo, en nuestro mismo hogar, en nuestro trabajo, en la calle o en cuanto lugar físico o virtual nos encontremos. Hacer nuestro trabajo bien, con ánimo y respetando a los demás. Saludos y buena semana.
La confianza en el mercado
Enviat per
Jose Purizaca
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jueves, 12 de junio de 2008
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